Bolsas y logotipos

    Todos estamos familiarizados con la palabra “logotipo”. De hecho, vemos montones de ellos a lo largo del día, y muchas veces no les prestamos demasiada atención; sin embargo, no se trata de simples e inocentes elementos gráficos, como pueden parecer a simple vista.

    Tras estos logotipos se esconden marcas y empresas que, de forma indirecta, intentan vendernos sus productos. Una de las maneras más eficaces que emplean dichas marcas, es el simple hecho de plasmar sus emblemas en diferentes tipos de bolsa que “nos regalan” cuando compramos sus productos, con la intención de que vayamos “paseando” y promocionando lo que venden, casi sin darnos cuenta

    De un tiempo a esta parte, este tipo de “promoción indirecta” ha aumentado considerablemente, ya que es eficaz y barata para las empresas. “El truco” reside en darle al cliente bolsas cómodas y versátiles, con diseños sencillos y originales que llamen la atención de los otros consumidores potenciales.

     En conclusión, vivimos en un mundo en el que las empresas y marcas utilizan cualquier ocasión, por mínima que sea, para promocionarse y, por tanto, captar más clientes; y esto nos lleva a la pregunta, ¿es lícito que “utilicen” a sus propios clientes, aunque no de forma directa, como hombres y mujeres anuncio?