sábado, 20 de octubre de 2012

El lenguaje subliminal de las ventas


   Los comercios y grandes superficies ofrecen una amplia gama de productos y ofertas, pero si analizamos todo lo que los envuelve, las ventas pueden convertirse en algo más influenciable de lo que parece.

   Así, las diferentes empresas se ocupan de "crear" falsas necesidades para que nos sintamos motivados para comprar, no sin antes haber estudiado los gustos y los motivos por los cuales se compra: por placer, en ocasiones especiales, por mejorar el estado de ánimo, por supervivencia, etc. De hecho, el llamado marketing below the line incide en elementos que rodean los productos para atraer inconscientemente al espectador, como pueda ser la rotación, iluminación y disposición de los productos, la temperatura de cada zona, la desviación de los carros de la compra, la disposición de las secciones e inculso la anchura de los pasillos son características estudiadas para conseguir el máximo beneficio.
 Además, existen otros factores como el ritmo de la música, la ausencia de relojes y ventanas, que influyen en la velocidad en la que quieren que consumamos.

  Después de esto, nos encontramos con señalizadores, cubetas, carteles, degustaciones, demostraciones, que son los estimulantes más directos que podemos encontrar.
   Aparte de todos estos símbolos, el trato con el vendedor es vital para el cierre de la transacción, teniendo en cuenta la comunicación no verbal de éste y los gestos que usa para transmitir confianza y las preguntas que lanza para informarse de lo que busca el consumidor. Con esto, parece que en realidad compramos la imagen que nos han vendido del producto, y no el producto en sí, ¿quiere decir que de alguna manera compramos la aparente empatía y confianza que nos transmiten los vendedores?

1 comentario:

  1. Vivimos en una sociedad de consumo donde las grandes superficies nos manipulan y nos inducen a comprar, cosas que muchas veces ni siquiera necesitamos. Coincido en que muchas veces la simpatía de los vendedores también nos insta a comprar alguno de sus productos, o a volver a su establecimiento en otra ocasión. Asimismo, también puede suceder lo contrario: que debido a que el vendedor nos resulta desagradable, buscamos otro lugar donde realizar nuestras compras, por lo que la imagen y el trato personal son esenciales para el éxito comercial.

    Leopoldina Pedro Mustieles

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