Se entiende como fracaso escolar al hecho de tener un bajo
rendimiento académico con respecto a las expectativas que se tienen en un
entorno didáctico. Por norma general, se suele emplear este término cuando un
alumno abandona los estudios antes de obtener la titulación mínima obligatoria.

Hablando de motivación, quizás otra causa de este “fracaso”
sea la falta de estimulación del potencial de los alumnos en lo que realmente
se les da bien (y les gusta), en lugar de insistir en otros aspectos o materias
en los que, quizás, no son tan buenos, cosa que puede llegar a crear un
sentimiento de frustración en el estudiante.
Las consecuencias del abandono del estudio pueden desembocar
en una escasa formación personal e intelectual, inseguridad y falta de
motivación, así como un retraso cultural, entre otras muchas cosas. Este tema
nos lleva a las preguntas: ¿por qué creéis que cada vez hay más abandono de los
estudios a edades más tempranas? ¿Qué haríais vosotros para evitar el fracaso
escolar?
Quiero agradecer a los compañeros que conducen este blog, que estan haciendo un trabajo estupendo.
ResponderEliminarDoy tambien mi enhorabuena a los compañeros de clase, que tienen la valentía de hablarnos de sus experiencias personales. Algunas tan dolorosas como son el haber sido víctimas de acoso escolar.
La clase de lingüística nos está enseñando muchísimo. Estamos compartiendo muchas cosas y sobre todo a aprender a respectar.
Elisa da Silveira
La verdad es que creo que el fracaso escolar actual se debe a la educación, y no me refiero a la educación de los niños en los colegios (que también es importante), sino a la educación que reciben en sus casas. Creo que los padres deberían estar más preocupados por los conocimientos de sus hijos durante la niñez y adolescencia para que estos se den cuenta de la importancia de tener unos estudios. Si los padres no les apoyan y además permiten que los niños abandonen, les están enseñando un estilo de vida que no se corresponde con el que tendrán que superar cuando sean adultos y tengan responsabilidades.
ResponderEliminarRebeca Barrero