El mundo en las aulas del instituto tiene una jerga, unas peculiaridades y convenciones sociales determinadas, y esto es precisamente en lo que nos vamos a centrar hoy. Si empezamos por el lenguaje oral, veremos que los estudiantes usan expresiones tales como "pelársela" para indicar que no van a ir a clase o "catear" para indicar que han suspendido una asignatura. En muchos casos, se atribuye el aprobado a su propio mérito y el suspenso como una represalia del profesor. Además, en esta época se desconfía enormemente de los docentes y se empiezan a sacar motes, tanto a ellos como a los compañeros de clase. Estas etiquetas pueden servir tanto para ridiculizar a una persona como para encasillarla en las cualidades que denota el mote. Si se habla del lenguaje escrito, se pueden encontrar dibujos y dedicatorias en las mesas , fruto del aburrimiento del alumnado.
Otro aspecto a destacar son los ritos y costumbres que se adoptan para superar con éxito el desafío académico. Por ello, existen numerosos métodos para aprenderse la lección, como hacerse esquemas, leerse el temario varias veces... Para asegurar este aprobado, algunos alumnos usan amuletos para que les den suerte. Aparte de esto, también copian de diferentes maneras (con chuletas, cambiazos, auriculares, etc.). El caso es que se presentan dos modelos del alumno que copia: el que no sabe nada y pretende aprobar copiando y el inseguro que necesita de esta ayuda extra para alcanzar notas elevadas. Parece ser que entre los estudiantes existe una especie de pacto para no "chivarse" al profesor. No obstante, este se suele dar cuenta y en él recae la duda: ¿suspenderlo o aprobarlo? No es tarea fácil para él, ya que depende de la actitud del estudiante, independientemente de su nivel académico. Así pues, ¿qué cambiaríais de nuestro actual sistema educativo?
La verdad es que mentiría si digo que nunca le he puesto un mote a un profesor, luego te paras a pensar y te dices a ti mismo, yo un día de estos estaré en su lugar y probablemente me harán lo mismo. El problema creo que está tanto con los profesores como con los alumnos. En el tema de los profesores creo que hay una falta de didáctica y falta de pedagogía ya que muchos profesores que hemos tenido y como oímos en la exposición hubo muchos ejemplos de malos profesores. Y por otra parte si los alumnos escuchan que los padres insultan a los profesores en plan: ¡Este no tiene ni p* idea! Pues el hijo cogerá ese ejemplo y lo transladará a las aulas.
ResponderEliminarAsí que todo el problema es motivar a los profesores y educar y culturalizar a los alumnos para que tengan respeto tanto a los profesores como a sus compañeros.