Desde tiempos remotos se han usado diferentes métodos para combatir las enfermedades o patologías, ya sea con el uso de sustancias procedentes de hierbas medicinales o productos cuya aparición es causada por un efecto químico. En cualquier caso, se nota el cambio entre la antigüedad y la actualidad; hoy en día se apuesta por el tratamiento químico inmediato a la aparición mínima de los síntomas.
El médico es el encargado de recetarnos lo que debemos tomar para poder curarnos lo antes posible, ocasionando los mínimos cambios en el organismo para que no resulte perjudicial para la salud del paciente. Ellos se basan también en el lenguaje no verbal para realizar su diagnóstico: usan el tacto, el oído y la vista, además de desentrañar el significado de los incompletos mensajes verbales de los pacientes.
Su campo se caracteriza por estar lleno de tecnicismos referentes a las enfermedades, partes del cuerpo, sustancias, etc. Los diferentes medicamentos pueden administrarse por diferentes vias: la oral, la rectal, por vía intravenosa... Lo que suele ocurrir es que algunos medicamentos llevan en su nombre el lugar dónde hacen el efecto.

Muy interesante la exposición. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarCreo que los médicos hacen un papel muy importante y considero que es una profesión con mucho mérito. La verdad es que admiro al médico/a que pone todo el esfuerzo en ayudarte a mejorar y empatiza contigo, sobre todo cuando se trata de un caso difícil. Hablando del enfermo, estoy totalmente de acuerdo con que tiene que saber afrontar la situación lo mejor posible por muy difícil que sea y vivir la vida lo mejor que pueda. Por eso mismo, pienso que es muy importante que sepa la información verdadera de primera mano y que no se le oculte nada a menos que el paciente no quiera saberlo. Como se comentó en clase casos como el de la eutanasia, creo que si aún con todo el apoyo que pueda recibir para combatir la enfermedad, el paciente toma esa decisión, se le debería respetar desde ese punto de vista. Cada uno es libre. Decir también que muchas veces no sabemos lo que supone hasta que no pasamos por ello así que ¡a vivir la vida!.